Breve resumen histórico de Barbate

Desde la Prehistoria todo asentamiento en Barbate se ha vinculado al mar, una gran riqueza marina, auspiciada por el río que da nombre a la ciudad, ha posibilitado la estancia en estos lugares de gentes desde los tiempos más remotos. Recientes excavaciones lo demuestran, siendo el material lítico abundante y vinculado a las grandes posibilidades de alimentos que ofrecía nuestra costa.

Barbate Río

Históricamente, se atribuyen a los fenicios las primeras explotaciones de nuestros recursos de forma organizada. Fueron ellos los que implantaron en nuestras costas el sistema de la almadraba, introduciendo al antiguo Barbate en el llamado circuito del Estrecho. Los cartagineses, parientes de sus antecesores fenicios, tomaron el relevo y a partir de entonces, allá por  el siglo V a. C., los griegos de Atenas comienzan a mencionar el garum procedente del litoral gaditano. Se trataba de una especie de salsa elaborada a partir de atún, morena y caballa.

No lo sabemos cuándo y dónde aparece el asentamiento feno-púnico en Barbate, es posible que la ocupación púnica o indígena-púnica se haya efectuado de forma análoga a Bolonia, es decir, haya existido un asentamiento en algún lugar alto próximo a la ensenada barbateña previo a la llegada de los romanos. Lo cierto es que el nombre de Baessipo, con el cual se conoció a Barbate en la antigüedad, es anterior a Roma (es muy probable que tenga un origen celta). Lo pone de manifiesto Plinio el Viejo, allá por el siglo I d.C., diciendo que era un puerto y una ciudad estipendaria, esto es, que pagaba tributo por su resistencia a la ocupación romana.

Barbate 2

Bajo el dominio romano toda la zona del Estrecho cobra mayor entidad, y ello debido a dos circunstancias principales: la seguridad impuesta por el imperio (Pax Romana) y la ampliación de los mercados con las posibilidades que ello implicaba para una economía de producción a lo largo de las costas del Estrecho, esta economía de producción fue haciéndose más rentable a medida que el Imperio Romano crecía y se consolidaba. Tras la invasión de pueblos germánicos, los centros productivos, tal como se ha constatado en el mismo Barbate, siguen funcionando, y su eclipse no llegará hasta que la demanda, principalmente itálica, no se eclipse en virtud de la quiebra total del Imperio.

Son numerosos los vestigios de la antigua Baesippo que han podido constatarse; la necrópolis de Barbate es conocida al menos desde el siglo XIX, y por su extensión debía responder a un asentamiento importante; en cuanto a la vinculación de Barbate a la economía pesquera, recientemente se han realizado unas excavaciones de una factoría de salazones en el casco antiguo.

Barbate 3

Con la caída del Imperio Romano vuelve la inseguridad a las costas, y se pierden los mercados tradicionales, al tiempo que se producen dos hechos de importancia en los posteriores siglos: el triunfo del Cristianismo sobre las religiones paganas y la condición del predominio del mundo rural sobre el urbano. Ambos se van a hacer patentes aquí con la fundación de varias ermitas, entre las que destaca la de San Paulino (actual ubicación de la Casa de la Cultura de Barbate); la de San Ambrosio (todavía conserva parte de su primitiva estructura) y la de la Oliva (a 5 Km de Barbate y en el término de Vejer, conserva el testimonio de su fundación).

Los avatares de la Reconquista convertirán esta zona en línea fronteriza, despoblada hasta el punto que Alfonso XI (mediados del XIV), establece el perdón a los homicidas que vengan con armas a Tarifa un año y un día. Parecida suerte debieron de tener nuestras almadrabas, pues en poco tiempo adquirieron fama por la baja ralea de su gente. Las tierras conocidas como Hazas de la Suerte formaron parte de aquellos incentivos que concedieron los reyes en su deseo de proteger la frontera y repoblar la zona. En la larga guerra contra los árabes tiene su origen la Casa Ducal de Medina Sidonia, que extenderá sus dominios por toda la comarca y explotará sus almadrabas.

Barbate 4

Expulsados definitivamente los seguidores de Mahoma de España, la inseguridad en las costas se acentúa, erigiéndose durante el siglo XVI junto al río Barbate el Castillo de Santiago, destinado a proteger su entrada, además de levantarse por orden de Felipe II una serie de torres-vigía a lo largo del litoral.

A finales del siglo XVIII llega a Barbate un maltés llamado Pablo Mallía, primero de los sucesivos inmigrantes que irán conformando el carácter del pueblo, según recoge una tradición que ha pasado de padres a hijos, y que viene refrendada por la existencia de numerosos testimonios documentales.

Trafalgar

En los inicios del siglo XIX un acontecimiento bélico convierte a Barbate en el centro de atención de la política nacional. Aliada del ejército francés, la armada española al mando de Villeneuve sufrió una terrible derrota el 21 de octubre de 1805 frente a la escuadra inglesa dirigida por Nelson. La batalla, que tuvo como escenario las aguas de Los Caños de Meca frente al Cabo Trafalgar, tomó de éste el nombre para pasar a ser conocida como uno de los episodios más desdichados de la historia naval española.

Barco Almadraba

Durante todo el siglo XIX la localidad pasa por ser una pequeña y humilde aldea de la que apenas queda constancia, como la de un incendio que la asoló (mediados del XIX) cuando apenas contaba con cincuenta vecinos. Con la explotación de las almadrabas por la familia Romeu a finales de XIX, se produce el gran revulsivo que la economía local necesitaba, multiplicándose la población por veinte en poco tiempo.

A principios del XX Serafín Romeu Fages, culto, burgués monárquico y liberal mostró interés en la mejora del pueblo y costeó o ayudó a financiar varios edificios, como el Pósito de Pescadores, el actual cementerio o un colegio a las afueras del pueblo (hoy Parvulario y oficina de Fomento).

Procesión del Carmen

Mientras tanto, la gran actividad pesquera desplegada por la villa en las costas norteafricanas –merced al protectorado español ejercido en Marruecos y a la introducción del motor en los barcos de vela-  lleva a un apogeo económico y social sin precedentes que la convierte en el segundo puerto pesquero de España por volumen de capturas, superando en población al municipio matriz de Vejer de la Frontera por vez primera en su historia. De esta época han quedado en la memoria colectiva personajes como, además de Serafin Romeu, el escritor Miranda de Sardi, el empresario Aniceto Ramírez, el farmacéutico Tato Anglada… Ellos promovieron la salida a la luz pública de tres diarios: El Heraldo de Barbate, La Independencia de Barbate y El Destello. Todos lograron concienciar a una gran parte de la población de la necesidad de independizarse del municipio matriz de Vejer. Esta desvinculación se produjo en 1938 y Agustín Varo Varo sería el primer alcalde pedáneo de Barbate.

Puerto de BarbateEn plena vitalidad económica y demográfica se inaugura el nuevo puerto pesquero (1961), logro empañado pocos años después por las medidas restrictivas marroquíes en relación con los caladeros tradicionales de Barbate. El crecimiento poblacional, acelerado desde la independencia, tocó techo en la década de los 60, llegando a contabilizarse –fuera de censo- a unos 25.000 habitantes. El sector Caños de Mecaturístico, en principio minusvalorado, fue adquiriendo importancia a la vez que entraba en declive el pesquero, precisamente cuando el consumo de pescado alcanzaba en España cotas inusitadas y había ya que importarlo de otros países.

La expropiación de la Sierra del Retín (incluyendo las Hazas de la Suerte) por el Ministerio de Defensa en 1982,  la declaración como Breña y MarismasParque Natural de los Montes de la Breña y el acantilado (junto, más tarde, con las marismas) por el Parlamento Andaluz en 1988, y el fin de los convenios pesqueros con Marruecos coincidiendo con el ocaso del siglo XX, son los  acontecimientos más señalados en la vida de Barbate en estas últimas décadas.

 Fotos de MIM  analajanda.org

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