
El domingo 26 de mayo de 2013 un grupo de dieciséis socios y amigos realizamos la travesía del Aljibe, una ruta de largo recorrido que supone la unión de tres senderos del Parque Natural Los Alcornocales, la Subida al Picacho, Subida al Aljibe y La Sauceda. Alcornoques, quejigos, madroños, rododendros…, y unas espléndidas panorámicas en pleno corazón del Parque.
Al ser un trayecto lineal y distante nos vimos obligados a dejar vehículos tanto al inicio como al final. La mitad del grupo desayunó en el centro de Alcalá de los Gazules y la otra mitad prefirió la Venta de Puerto de Galiz.
Comenzamos nuestra andadura en el Área Recreativa El Picacho y en primer lugar nos encontramos con la
laguna del Picacho que hoy vemos llena, esta laguna tiene un carácter estacional, teniendo agua durante las épocas de lluvia y secándose con posterioridad durante el periodo estival. A pesar de su poca profundidad y de las piedras depositadas en su fondo, cobija una rica fauna, entre la que caben destacar varias especies de sapos, algunos en peligro de extinción, y
tritones. Concentra también flora que necesita un alto grado de humedad, como algas filamentosas que pudimos observar en sus bordes.
Más adelante pasamos junto a un antiguo horno de leña de pan, en esta zona el sendero está bien señalizado y con bastante uso público.
El sendero sigue subiendo entre el bosque de alcornoques y cruzamos el río Barbate por una pasarela de madera.

Un claro en el bosque nos permite divisar unas espléndidas panorámicas del Picacho y de la ruta a seguir. En este punto también vemos alcornoques pelados, han sido descorchados, operación que se realiza cada 9 años en un mismo árbol.

Ya, casi al principio, hemos visto algunos ejemplares de madroños, pero, es más arriba cuando comienzan a ser cada vez más abundantes y mezclados con los madroños los

rododendros (Rhododendron ponticum subsp baeticum), aquí conocido como ojaranzo, es uno de los arbustos más emblemáticos de las gargantas y canutos del parque natural, de gran valor botánico por ser una reliquia endémica. En estas fechas estaban en floración, en ramilletes de color rosáceo, y ha sido un regalo añadido en nuestra ruta.

Atravesamos una zona de fuerte pendiente repoblada con pinos

Desde unas rocas del Picacho, próximas a un precipicio, vemos el camino recorrido, el Área Recreativa desde donde hemos partido, el núcleo urbano de Alcalá de los Gazules, y buena parte de la Comarca de La Janda.
Continuamos la marcha subiendo los tramos con mayor pendiente, cada uno a su ritmo, reagrupándonos de nuevo en el Puerto de las Calabazas, a nuestra izquierda la subida al Picacho y a nuestra derecha el sendero del Aljibe.
Aquí junto a unas rocas del Puerto de las Calabazas hacemos el primer descanso y aprovechamos para tomar algunas bebidas y alimentos que nos repongan energías consumidas en el ascenso. Algunos miembros del grupo se acercan al Picacho (882 metros de altura) para hacer fotos, otros aprovechan para conversar.
Tras este primer descanso continuamos la ruta hacía el Aljibe, buscando el cortafuegos perimetral o la pared de piedra de la linde del monte, las vistas son magnificas aún no estando el día muy claro.

Atravesamos una cancela de un cerramiento donde observamos acebos y robles típicos de otras latitudes. 
Ya casi arriba, los árboles de gran porte desaparecen para dar lugar a matorral de pequeño porte, la vegetación cambia, los alcornoques dejan paso a las jaras, brezos y algunos rebollos, relegados a esta altura. Éste es dominio de mamíferos esquivos que campean las laderas.

Continuando la subida del sendero contemplamos a nuestra izquierda unos grandes tajos, se trata de Puerto Oscuro, aquí en Puerto Oscuro nace el río Barbate, a 920 msnm., la pendiente es muy pronunciada, son terrenos triásicos y el río salva un desnivel de más de 600 m. en apenas 10 km. (tiene una longitud superior a los 80 km.); pasa por los términos municipales de Alcalá de los Gazules, Benalup-Casas Viejas, Medina Sidonia, Vejer de la Frontera y Barbate, donde desemboca formando las marismas del Barbate, es por tanto 100% de la Comarca de La Janda.

Siguiendo por el sendero

desembocamos en la pista forestal que nos lleva directamente al Pico del Aljibe a 1091 metros de altitud, promontorio rocoso, coronado por un vértice geodésico que constituye el techo de la Comarca de La Janda y también del Parque Natural Los Alcornocales. Inmediatamente aprovechamos para hacernos fotos para el recuerdo y testimonio del logro conseguido.

El día no está muy claro y el disfrute de las hermosas vistas sobre el parque natural queda más reducido que en otras ocasiones pero no por ello dejan de ser espectaculares.

Seguidamente subimos el promontorio de la Pileta o Pilita de la Reina, excavada en la arenisca, tumba antropomórfica sobre la que versan numerosas leyendas. Tres socios se encargaron de tomar medidas, hacer croquis y fotos.

Aquí hacemos nuestro segundo descanso y aprovechamos para almorzar y conversar sobre las otras ocasiones en las que hemos coronado El Aljibe

Después del almuerzo, un buen descanso y mejor disfrute de la cima y del paisaje, emprendemos la marcha hacia La Sauceda, a partir de aquí, tras atravesar el muro de piedra que actúa de límite provincial entre Cádiz y Málaga, comenzamos la bajada por .

la parte malagueña, paralelos al canuto de los sauces, el sendero baja una fuerte pendiente que ofrece unas magnificas vistas favorecidas por la mejora del día y de la visibilidad que nos hace disfrutar del paisaje

El sendero nos conduce hasta el carril bici de La Sauceda,

seguimos dicha pista hacia la derecha, después, el carril deja paso a un sendero con huellas de paso frecuente, a la izquierda, junto a un depósito de agua, estamos ya en la Garganta de Pasadallana por donde continuaremos bajando.

El camino baja atravesando bosques de quejigos y alcornoques, cada vez más umbríos y misteriosos, con grandes bloques de arenisca cubiertos de helechos y musgos.


El rumor del agua es constante en una garganta llena de musgos, helechos de brillantes colores verdes, y vegetación de ribera.

Bajando paralelos a esta garganta llegamos a una pista forestal en la que giraremos a la izquierda y un poco más adelante, cruzando una cancela, llegamos a La Sauceda y nos encontraremos con las ruinas de la antigua ermita.

La Sauceda fue refugio de bandoleros, siendo la partida de Pedro Machuca, de trescientos hombres, la primera que ha dejado registro documental, en el siglo XVI. Durante la Guerra Civil, y sospechando el escondite de partidarios republicanos, la aldea fue duramente castigada por las tropas franquistas.

Después de otro descanso y con buen sol terminamos nuestra ruta cruzando el puente, y el poblado. Después de las ruinas del molino del Medio, llegamos al núcleo recreativo la Sauceda.
FOTOS: MIM