Caravana por La Janda

En la mañana de hoy sábado 29 de enero hemos participado en la Caravana por La Janda con motivo del Día Mundial de los Humedales, una caravana que ha recorrido distintas poblaciones muy ligadas a la antigua laguna de La Janda, realizando paradas en los Ayuntamientos para reclamar que las distintas administraciones trabajen para la recuperación de la laguna y su carácter público.

Ayuntamiento de Medina Sidonia

El acto ha estado organizado por los grupos y asociaciones AEMS-Ríos Con Vida, AGADEN-Ecologistas en Acción, Asociación de Amigos de la Laguna de la Janda, Ecologistas en Acción, Fundación Savia, Greenpeace, Red Andaluza de Nueva Cultura del Agua y SEO/BirdLife, acto que hemos apoyado desde ANA que, desde nuestra fundación en 1978, venimos persiguiendo el mismo objetivo.

Ayuntamiento de Benalup Casas Viejas

La caravana ha tenido el siguiente recorrido y horario de actos que se han celebrado delante de los siguientes Ayuntamientos de: – Medina Sidonia: 9,30 h. – Benalup Casas Viejas: 10,30 h – Vejer de la Frontera: 11,30 h – Barbate: 12,30 h – Tarifa: 14,00 h

En cada una de estas localidades se ha leído el MANIFIESTO, redactado por las organizaciones convocantes, por la recuperación de Laguna de La Janda, desplegándose una gran pancarta alusiva al lema.

Ayuntamiento de Vejer de la Frontera

Todos los responsables políticos locales han sido invitados a sumarse a la reivindicación. En este sentido, en el primero de los Ayuntamientos, Medina Sidonia, ha asistido el teniente de alcalde de urbanismo y Medio Ambiente Antonio de la Flor junto con la concejala delegada del área de Juventud y Participación Ciudadana Neiva Guerrero Barba, ambos de IU, los portavoces de los grupos políticos municipales Juan María Cornejo Ramírez (PSOE), María Salazar Martín (Ciudadanos) y Daniel Caballero Galindo (PP), además de la Concejala María Luisa Delgado Aparicio (PSOE) y el Parlamentario Andaluz Juan de Dios Sánchez (Ciudadanos). En el segundo de los Ayuntamientos, Benalup Casas Viejas, estuvo presente María José Grimaldi González (IU), primera teniente de alcalde delegada de las áreas de Fiestas, Juventud, Medio Ambiente y Memoria Histórica. En  Benalup Casas Viejas también estuvo presente el Parlamentario Andaluz Juan de Dios Sánchez (Ciudadanos). En Vejer de la Frontera no hubo asistencia en representación del Ayuntamiento y en Barbate el alcalde excusó su asistencia por estar con COVID, pero estuvo representado por la concejal María Engracia Núñez Muñoz (Andalucía Por Si) delegada de Control Animal, de Sanidad y del área de Servicios Empresariales. También nos acompañó Agustín Conejo Medina, presidente de la E.L.A. de Zahara de los Atunes.

Ayuntamiento de Barbate

De entre las organizaciones convocantes mencionar la participación en todos los Ayuntamientos de Francisco Casero Rodríguez, Presidente de la Fundación Savia (https://www.fundacionsavia.org/) y José Manuel López Vázquez, Presidente de la Asociación Amigos de la Laguna de la Janda (https://www.lagunalajanda.org/), quién repartió algunos libros del cuento “Alba y la Vieja Grulla” texto de Marta Curti, Ilustración de Gorka Gorospe, inspirado en una idea original de la propia asociación y que está escrito tanto en Castellano como en Inglés.

El miércoles 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, haremos un acto similar frente a Subdelegación del Gobierno de Cádiz (Plaza de la Constitución, junto a las Puertas de Tierra) donde se hará entrega de una copia del Manifiesto.

Sábado 29 de enero

Los grupos y asociaciones AEMS-Ríos Con Vida, AGADEN-Ecologistas en Acción, Asociación de Amigos de la Laguna de la Janda, Ecologistas en Acción, Fundación Savia, Greenpeace, Red Andaluza de Nueva Cultura del Agua y SEO/BirdLife, han organizado para el próximo sábado 29, con motivo del Día Mundial de los Humedales, una caravana que recorrerá las distintas poblaciones de la laguna de La Janda.

Desde ANA apoyamos este tipo de iniciativas y vamos a colaborar y a participar en la caravana del sábado 29 de enero que tendrá el siguiente recorrido y horario de actos que se celebrarán delante de los siguientes Ayuntamientos de la comarca de la Janda:

–         Medina Sidonia: 9,30 h.

–         Benalup – Casas Viejas: 10,30 h

–         Vejer de la Frontera: 11,30 h

–         Barbate: 12,30 h

La caravana terminará en Tarifa a las 14 h., población a la que no iremos por estar ya fuera de la comarca.

En cada una de estas localidades se leerá un MANIFIESTO por la recuperación de Laguna de La Janda y se desplegará una pancarta. A estos actos han sido invitados los responsables políticos locales para que se sumen a la reivindicación.

DEBE OBEDECER A CRITERIOS TÉCNICOS

Acabar con la poda sistemática, vital para conservar el pulmón de las ciudades

Diversos expertos piden poner fin a estas prácticas, que reducen la capacidad que tienen los árboles de absorber contaminantes del aire y limpiarlo. Advierten de que muchas administraciones lo hacen sin comprender los mecanismos naturales

Poda de árboles en Madrid. (EFE/Víctor Lerena)

Por EFE 26/01/2022 – 05:00

Acabar con la poda sistemática e indiscriminada de árboles que por norma se establece en los concursos municipales es, según los expertos, vital para asegurar la buena gestión del arbolado urbano, sin cuya existencia la vida en las ciudades sería impracticable por la elevada contaminación. «Llevo años trabajando para que los concursos no contemplen podas sistemáticas en calles cada x años«. La poda debe ser selectiva y solo cortar cuando exista peligro real de que caída,comenta el jefe de la unidad de Arboricultura del Real Jardín BotánicoMariano Sánchez, que aboga también por plantar más separadamente para evitar tener que podar árboles porque se molestan o molestan.

Los árboles son el pulmón de la ciudad y muchos ayuntamientos no entienden que al meter la motorsierra «porque sí» se pierde la mitad de ese pulmón, pues las hojas son las que retienen los contaminantes, según Sánchez, codirector del Máster Arboricultura Urbana de la Universidad Complutense de Madrid. En España, a nivel general, no hay suficientes árboles para compensar la contaminación debido, principalmente, a que en política prima decir que van a plantarse miles cuando lo que de verdad importa no es el número, si no su calidad.

«Debería existir una ‘ley de arbolado nacional básica’, que establezca detalles sobre marcos de plantación y el fin de las podas sistemáticas»

«Las hojas más grandes son las que retienen más contaminantes», ha subrayado Sánchez, que ha apuntado que, además, la falta de planificación hace que se plante sin dejar la suficiente separación entre los árboles, de forma que cuando crecen se molestan unos a otros o interfieren con el mobiliario urbano. Al podar y desaparecer la masa folial, no solo sube la contaminación, sino que, en los años siguientes se incrementan los niveles de alergénicos, pues la reacción del árbol al verse dañado es volver a florecer.

La poda reduce la capacidad del árbol de absorber contaminantes. (Unsplash)

Además, cuando se hace un corte grande en la rama entran hongos que provocarán pudrición de la madera y es ahí cuando comienza el riesgo de caída pasados los años, «un riesgo que nadie ve», ha advertido Sánchez, que ha subrayado que también habría que analizar qué árboles resistirán mejor el cambio climático porque muchos de los que hay actualmente en las ciudades desaparecerán.

En su opinión, debería existir una «ley de arbolado nacional básica«, que establezca detalles sobre marcos de plantación y el fin de las podas sistemáticas, así como un «arboreto nacional», un gran parque urbano en el que haya una colección de árboles para investigar qué especies aguantarán mejor el nuevo clima. Sin árboles, ha advertido, las ciudades no serían habitables y sería imposible pasear por la calle, ya que toda la contaminación que ahora retienen las hojas se quedaría en paredes y suelos y se «levantaría» continuamente.

De ornamento a servicios ecosistémicos

Los ciudadanos reclaman cada vez más espacios verdes y ha habido un cambio de paradigma: se ha pasado de una visión ornamental a tener que desarrollar proyectos que acerquen la naturaleza a los barrios, según Gabriel Dorado Martín, profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Para Dorado, director del Máster en Jardines Históricos y Servicios Ecosistémicos de la UPM, el diseño de estos proyectos de renaturalización debe estar basado en criterios de sostenibilidad y en su gestión adaptativa para su adecuación al cambio climático para maximizar los servicios para la ciudadanía.

Los ayuntamientos apuestan por tener muchos árboles e inaugurar espacios verdes, máxime en época electoral, cuando los ciudadanos no demandan cantidad sino que las infraestructuras verdes ofrezcan servicios como la mejora de la calidad del aire,, mejora de la salud física y mental o incremento de la biodiversidad. Las gestión de la infraestructura verde debe dar servicio a todos y eso implica no gastar dinero absurdamente en cosas como hacer podas sistemáticas «inútiles» todos los años, que no benefician ni a la propia infraestructura ni al ciudadano.

La poda solo se debe hacer cuando el árbol realmente lo necesita o si interfieren peligrosamente con otras infraestructuras y si queremos fomentar la biodiversidad «no podemos seguir pensando que tener un espacio verde limpio equivale a un espacio desbrozado porque estaremos eliminando gran parte de ella», ha aseverado. Las talas y desbroces mal gestionados implican, por ejemplo, la desaparición de flores y frutos, lo que conlleva que los polinizadores (insectos o pájaros) no puedan sobrevivir en esas zonas.

https://www.elconfidencial.com/medioambiente/ciudad/2022-01-26/talas-sistematicas-arboles-ciudades-calidad-aire_3364320/

El pájaro que se extinguió en España por la destrucción de la costa

El torillo andaluz, una pequeña ave parecida a una codorniz, ha sido declarado extinto en el nuevo Libro Rojo de las Aves: es la primera que se desvanece en Europa en un siglo y medio

Dibujo del torillo andaluz SEO/BirdLife

Guillermo Prudencio

2 de enero de 2022 21:55h

Durante tres años, el biólogo Carlos Gutiérrez Expósito dedicó su vida a perseguir un fantasma. Ni todo el repertorio de trucos de los investigadores de fauna, ni algunos de los mejores perros de caza de Andalucía, le sirvieron para dar con lo que buscaba: el torillo andaluz, un pequeño pájaro marrón de hábitos misteriosos que cría en el suelo, junto al mar. Su hábitat se lo llevó por delante el urbanismo costero y la intensificación agrícola, y el nuevo Libro Rojo de las Aves de España, el listado de especies amenazadas, dedica una breve nota para certificar su extinción en nuestro país: es la primera ave que se desvanece en Europa en un siglo y medio. 

«Nadie hace caso a este pobre pájaro, porque es pequeño, marrón y no se ve», cuenta Gutiérrez Expósito a Ballena Blanca. Este pajarero vasco llegó al Parque Nacional de Doñana en 2005 con una misión muy concreta: aclarar si quedaba algún torillo vivo en Andalucía. Los últimos ejemplares conocidos se los entregaron unos cazadores a Luis García, un ornitólogo de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, en 1981. Andaban cazando codornices y abatieron a este pájaro, muy parecido y tremendamente esquivo. 

Desde entonces, solo hubo rumores sobre su supervivencia en España y avistamientos no confirmados. «Fue bastante desesperante, cuando empecé a trabajar en eso en 2005, nunca había visto un torillo, nadie que yo conociese había visto nunca un torillo, ni sabía muy bien cómo buscarlo», recuerda el biólogo. 

A lo largo de tres años recorrieron, palmo a palmo, todas las zonas donde se creía que podía perdurar la especie. «Su vida es más parecida a la de un ratón que a la de un ave», escribió Gutiérrez Expósito en este diario. Se quedan agazapados entre la vegetación y, por eso, el equipo utilizaba perros especializados en la caza de aves similares: «Sumando los recorridos de los perros, fue como ir andando de Sevilla a París».

Peinaron Doñana, pero también las costas de otras provincias, como Cádiz o Almería. Sabían dónde podía haber torillos por los ejemplares que se conservan en las colecciones de los museos de Historia Natural, cazados durante el siglo XIX y principios del XX. La especie se concentraba en esa pequeña franja junto al mar donde no hace ni mucho frío, ni mucho calor, la misma que los seres humanos hemos ocupado con cultivos intensivos y urbanizaciones. Gutiérrez Expósito detalla que en Marbella, y en otras áreas de la costa de Málaga, se capturaron muchos de los torillos que reposan en los museos.

«La extinción del torillo andaluz en España demuestra las graves consecuencias de la destrucción masiva del hábitat de una especie», afirma Jorge Fernández Orueta, de SEO/BirdLife, la organización que elabora el Libro Rojo de las Aves. Este biólogo apunta a una «intensificación agrícola galopante» en la segunda mitad del siglo XX, con la pérdida de hábitats naturales pero también de cultivos tradicionales, donde hay más espacio para la vida salvaje. 

«Es lo que pasa con todas las aves comunes de medios agrícolas, que han caído en picado sus poblaciones porque faltan insectos para alimentar a los pollos», explica Gutiérrez Expósito. De hecho, la mayor parte de las aves amenazadas recogidas en la nueva Lista Roja viven en entornos agrícolas o zonas como pastizales, con una cierta intervención humana. 

Al mismo tiempo que Gutiérrez Expósito buscaba este fantasma por Doñana, unos pajareros finlandeses aseguraron que habían visto torillos al otro lado del estrecho, en Marruecos, en huertas tradicionales cultivadas junto al Atlántico. Aunque al principio no se creyó las observaciones, en 2009 viajó a la zona y se encontró los torillos, corriendo entre campos de zanahorias y calabazas. 

Allí aprendieron muchas cosas sobre la especie, como que es diurna –»¡Cuántos madrugones y noches perdidas en Doñana!», escribió en su tesis doctoral sobre el torillo, que elaboró trabajando en la Estación Biológica– o que el macho custodia el nido y cría en solitario a los polluelos: la hembra pone los huevos y se desentiende. 

A lo largo de los años han visto cómo la población del torillo ha bajado de casi 2.000 ejemplares estimados en 2011 a entre 600 y 700 en 2017, cuando hicieron la última expedición marroquí. «Con el ritmo de intensificación agrícola que hay ahora en Marruecos, puede ser que de la noche a la mañana desaparezca de allí», lamenta el biólogo. En 2020 pensaban volver pero la pandemia ha congelado sus planes y no se sabe nada de la población, el último refugio conocido de un ave única de esta zona del Mediterráneo, en Portugal, Andalucía, Sicilia, y en las costas del norte de África desde Marruecos hasta Libia. 

Su esperanza está puesta también en otra zona del litoral argelino, donde podría sobrevivir un exiguo contingente de torillos. De allí, o de la población marroquí, podrían salir ejemplares para la cría en cautividad, una medida de emergencia para evitar la extinción de la especie. En el Zoobotánico de Jerez ya han probado, con éxito, reproducir otras especies de torillo. «Es muy fácil y muy barato. No es como criar linces, es casi como criar canarios», dice el biólogo.  

«Es urgente el desarrollo de un plan de cría en cautividad», coincide Jorge Fernández Orueta, que es responsable del Programa de Cooperación Internacional de SEO/BirdLife y trabajó con el torillo en Marruecos. Cree que es necesario que los tres países se pongan a trabajar conjuntamente para salvar la especie, empezando por tomar medidas para conservar sus últimos refugios en la naturaleza.  

Hasta ahora, el reino marroquí ha bloqueado la cesión de ejemplares a España para la cría en cautividad. «El desbloqueo diplomático es la parte más compleja», dice Gutiérrez Expósito, que cree que el Ministerio para la Transición Ecológica debería implicarse al más alto nivel. «No se lo han tomado en serio nunca», asegura.  

Una vez protegido en el norte de África, y creada una o varias poblaciones en cautividad –Orueta asegura que podría haber una en Rabat y otra en Jerez–, podría plantearse la reintroducción de la especie en España. Al estar incluida oficialmente en el listado de especies de fauna extinguidas, la Administración está obligada por ley a «promover» su recuperación. 

El problema, claro, es que queda muy poco de sus antiguos hábitats. En Doñana, por ejemplo, el monte bajo mediterráneo se destruyó a partir de los años 50 con extensas plantaciones de eucaliptos y pinos. Se cree que la especie se concentraba al borde de las lagunas, o en las zonas encharcadas donde rebosa el acuífero que da vida al Parque Nacional, un acuífero totalmente esquilmado por los cultivos ilegales de frutos rojos y el desarrollo urbanístico alrededor de Doñana. 

El biólogo de SEO/BirdLife es escéptico sobre la posible reintroducción del torillo en España. «¿Hemos demostrado capacidad para cuidar de nuestras especies? Dado que aves que ocupan hábitats semejantes al del torillo están en una regresión alarmante, parece que no», explica Orueta en referencia al alzacola rojizo, una pequeña ave que ha perdido un 90% de su población en los últimos años

Gutiérrez Expósito, que ha dedicado 20 años de su vida al torillo, muestra un mayor entusiasmo por su reintroducción, aunque advierte que primero es esencial estudiar y recuperar el hábitat. «Hay zonas muy buenas en la costa de Cádiz, alrededor de la laguna de la Janda, o en el entorno de Conil o Zahara de los Atunes, que llegan los pastizales y los cultivos hasta el mar», dice el ornitólogo. «Pero no se puede concebir la recuperación del torillo en España sin conservarlo en Marruecos, eso es tarea de los gobiernos y ahí los científicos tenemos poco que decir».

https://www.eldiario.es/ballenablanca/biodiversidad/pajaro-extinguio-espana-destruccion-costa_1_8623389.html?fbclid=IwAR07frENYiRwDyVWmjiPOHMseG62ya2c5aQPrsYEIIe2yvnv3JTs8g0tsrQ