La nueva e importante Ley de Residuos

RESIDUOS

La nueva e importante Ley de Residuos, un recurso para el cambio

La nueva Ley de Residuos aporta mejoras, como la ampliación de responsabilidades de los productores, aunque no incide lo suficiente en lo fundamental: la reducción y prevención de residuos en origen.

Acumulación de residuos. Imagen bajo licencia Creative Commons Zero (CC0)

Ángel Encinas Carazo Coordinador del área de Consumo de Ecologistas en Acción 29 AGO 2022

De los residuos, como de la muerte, en esta sociedad de hiperconsumo suicida no se quiere hablar. Se mira para otro lado o, los más conscientes, nos lavamos la mala conciencia separándolos y llevándolos al contenedor correspondiente. Del resto del proceso, el antes y el después, nos desentendemos: «no está en nuestras manos».

Y así nos va. Muchos analistas y ciudadanos se preguntan con las manos en la cabeza dónde estaría nuestro país en materia medioambiental si no fuese por la Unión Europea y sus directivas de obligado cumplimiento. Incluso así, España está siempre en el punto de mira por sus incumplimientos. Es más, según un informe de SEO/BIRDLIFE, en 2018 nuestro país se situaba a la cabeza de los expedientes abiertos por infracciones en este terreno. Con los Gobiernos que siguieron a partir de entonces las cosas han mejorado notablemente, pero no deja de ponerse en evidencia que nuestro país sigue evolucionando a rastras a partir de directivas que, por otra parte, nada tienen de revolucionarias.

El ejemplo lo tenemos con la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular«Agridulce» es el término con el que resume su valoración la Alianza Residuos Cero, de la que forman parte, además de Ecologistas en AcciónGreenpeaceSurfrider EspañaRezeroRetorna y Amigos de la Tierra. Para la ARC se ha perdido la oportunidad de reforzar y apuntalar lo fundamental, la reducción de residuos, un paso imprescindible en la lucha frente a la crisis ecosocial y la emergencia climática.

LO MEJOR DE LA LEY

  1. Su propia existencia. Contar por fin con una ley de referencia fundamental para el desarrollo de normativas.
  2. Prohibición de 10 productos de plástico de un solo uso como vasos, cubiertos, platos, pajitas, bastoncillos, etc.
  3. Prohibición de los principales disruptores endocrinos en los envases.
  4. Fomento de la venta a granel y aceptación de recipientes reutilizables de los consumidores.
  5. Prohibición de la destrucción de excedentes no perecederos como textiles, juguetes y electrónica.
  6. Fomento del consumo de agua no embotellada. Bares y restaurantes deberán ofrecerla de manera gratuita.
  7. Se obliga a los ayuntamientos a implantar el contenedor marrón de restos orgánicos (antes del 30 de junio de 2022 para municipios de más de 5000 habitantes; para el resto, hasta del comienzo de 2024)
  8. Organización urgente de la retirada del amianto por parte de los ayuntamientos. 
  9. Se abre la puerta, por fin, al sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), lo que antes conocíamos como «devolución del casco», aunque no incluye, atención, los cascos de vidrio, el origen del término.
  10. Se avanza en la responsabilización de los productores, que se verán obligados a asumir los costes del tratamiento de residuos que generan, lo que supone que la ciudadanía, por fin, dejará de asumir estos costes. Desafortunadamente se dejan fuera sectores importantes (higiene íntima, monodosis, juguetes, etc.)
  11. Aumenta la fiscalidad ambiental de los vertidos, incineración, etc. con un nuevo impuesto que desanime estas prácticas.

LO MEJORABLE DE LA LEY

  1. No incide lo suficiente en lo fundamental: la reducción y prevención de residuos en origen. Sin esto, la insistencia en el reciclaje es un error porque no garantiza un uso eficiente de los recursos y la energía. No se contempla siquiera el fomento de los envases reutilizables.
  2. La implantación del SDDR se dilata demasiado en el tiempo, seguramente hasta 2027. Ecoembes se encargará de que sea así.

RETOS QUE DEBERÁN ASUMIR LOS AYUNTAMIENTOS

Resulta muy habitual en los medios, cuando tratan sobre consumo y gestión de residuos, dejar caer todo el peso de la culpa sobre una ciudadanía descuidada que consume en exceso, derrocha energía, no recicla y desperdicia mercancías y alimentos sin control. Es una falaz manera de lavarle las manos a las grandes empresas y a un sistema que incitan como horizonte de felicidad y deseo a un hiperconsumo derrochador, y a unas Administraciones que les dejan hacer. Y es que tenemos que subrayar siempre que son las instituciones públicas democráticas las que con sus leyes y normativas pueden encauzar la responsabilidad y obligaciones de unos y otras.

La nueva Ley de Residuos, con sus luces y sombras, es un buen punto de partida para el cambio, empezando, como tiene que ser, por el de los productores que causan y fomentan la destrucción del medio ambiente.

La urgencia aprieta porque el balance de la gestión de residuos municipales en nuestro país es desastroso y no alcanza los objetivos establecidos por la UE: no llegamos al 50% de recuperación en 2020, y si no aplicamos con rigor la nueva Ley, tampoco conseguiremos la reutilización y el reciclado del 55% en 2025, ni del 60% en 2030. Y entonces seguirán viniendo las sanciones.

La correcta aplicación de la nueva Ley en cada territorio, dependerá en gran medida de los ayuntamientos, a los que ésta asigna las siguientes nuevas obligaciones:

  1. Establecimiento de las medidas necesarias para alcanzar el objetivo de un 50% en peso de reutilización, reciclado y valoración de residuos. En 2025 el 55%; en 2030 el 60% y en 2035 el 65%.
  2. Adopción de los principios de la economía circular para que productos y materiales duren el mayor tiempo posible y se limiten los daños al medio.
  3. Aprobar planes y nuevas ordenanzas municipales adaptadas a la nueva ley.
  4. Adaptar todos los contratos de prestación de servicios a la nueva normativa.
  5. Establecer un sistema de recogida separada de los residuos orgánicos domésticos priorizando modelos de éxito comprobados (puerta a puerta o contenedor cerrado). En municipios de más de 5.000 habitantes a partir del 1 de julio 2022 y en pequeños municipios antes del comienzo de 2024.
  6. Promoción del compostaje doméstico y comunitario en especial en poblaciones con menos de 1000 habitantes.
  7. Elaboración, antes de 2025, de un calendario para la implantación de nuevas recogidas separadas de residuos: textiles, aceites de cocina, voluminosos, etc.
  8. Recogida de envases en el contenedor de restos y en las calles a cargo de los productores (Ecoembes).
  9. Establecimiento de una tasa municipal de residuos que refleje el coste real de la gestión. Antes de abril de 2025.
  10. Nuevo impuesto de 40€ por tonelada llevada al vertedero y de 20 € por tonelada incinerada.
  11. Elaboración de un inventario de instalaciones con amianto y establecimiento de un plan de retirada del mismo antes de abril de 2023.

¿Y LA CIUDADANÍA?

La correcta separación de residuos es fundamental para lograr su adecuada reutilización y reciclaje, aunque la clave para reducir las consecuencias ambientales de nuestro consumo está en la reducción, haciendo hincapié en que éste se debe basar en aquellos bienes que realmente necesitamos, y a ser posible mediante productos duraderos.

Pese al limitado impacto que pueden tener nuestros cambios de conducta, como bien nos hace ver Luis González Reyes, el cambio de los hábitos individuales es fundamental porque no hay cambios estructurales sin cambios personales, porque nos sirve de gimnasia ciudadana para empoderarnos frente a la deriva consumista, y porque comunicamos más con los actos que con los discursos.

Además, la ciudadanía es la que vota a los que hacen las leyes y a los que tienen que aplicarlas. La concienciación y el cambio personal y familiar es el necesario punto de partida para asumir actitudes de vigilancia y exigencia de prontitud en los compromisos que suponen la nueva ley.

El próximo año hay elecciones municipales. 

https://www.elsaltodiario.com/consumo-que-suma/la-nueva-e-importante-ley-de-residuos-un-recurso-para-el-cambio-

B.O.P. NUM. 159 – 19 de agosto de 2022

B.O.P. DE CADIZ NUM. 159 – 19 de agosto de 2022

AYUNTAMIENTO DE MEDINA-SIDONIA

ANUNCIO

El Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Medina Sidonia, reunido en sesión ordinaria celebrada el día 21 de julio de 2022, aprobó inicialmente la rectificación del plano correspondiente de la calificación y clasificación del término municipal del Avance del PGOU en los términos establecidos por el Decreto 2/2012, de 10 de enero y en lo que afecta al POLÍGONO 48 Y PARCELA 6 de este término municipal, modificando la grafía correspondiente, para hacerla corresponder con la clasificación de suelo vigente de acuerdo con el Planeamiento Urbanístico Vigente.

Por ello, se somete a información pública por plazo de treinta días desde la aparición del presente anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia, durante cuyo plazo las personas interesadas podrán examinar el expediente y presentar las reclamaciones o sugerencias que estimen convenientes.

El expediente se encuentra a disposición de los interesados para su consulta en la página web del Ayuntamiento www.medinasidonia.es en el apartado de la parte superior pestaña Ayuntamiento/ y a la izquierda Tablón de Anuncios, así como en el portal de transparencia.

Las alegaciones podrán presentarse de forma presencial en el registro municipal del Ayuntamiento de Medina Sidonia sito en Plaza de España s/n en días laborables en horario de 08:00 a 14:00 o a través de la sede electrónica sita en la web www.medinasidonia.es y en la forma prevista en el art. 16 de la Ley 39/2015 de procedimiento administrativo común de las administraciones públicas.

Lo que se hace público para general conocimiento.

Medina Sidonia a 28/07/2022. EL ALCALDE, FDO.: Manuel Fernando Macías Herrera. Nº 86.155

https://www.bopcadiz.es/export/sites/default/.boletines_pdf/2022/08_agosto/BOP159_19-08-22.pdf#page=1

B.O.P. NUM. 158 – 18 de agosto de 2022

B.O.P. DE CADIZ NUM. 158 – 18 de agosto de 2022

AYUNTAMIENTO DE MEDINA-SIDONIA

ANUNCIO

La Junta de Gobierno Local, reunida en sesión ordinaria celebrada el día

22 de julio de 2022, aprobó inicialmente la modificación del Estudio de Detalle del área de Reforma AR-03 “Espíritu Santo”, presentado por Don Oscar Real Cambas en representación de la entidad Nuevo impulso Inmobiliario y Urbanístico S.A.U.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 78 de la Ley 7/2021, de 1 de diciembre, de Impulso a la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, se somete a información pública por plazo de veinte días desde la aparición del presente anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia durante cuyo plazo las personas interesadas podrán examinar el expediente y presentar las reclamaciones o sugerencias que estimen convenientes.

El expediente se encuentra a disposición de los interesados para su consulta en la página web del Ayuntamiento www.medinasidonia.es en el apartado de la parte superior pestaña Ayuntamiento/ y a la izquierda Tablón de Anuncios.

Las alegaciones podrán presentarse de forma presencial en el registro municipal del Ayuntamiento de Medina Sidonia sito en Plaza de España s/n en días laborables en horario de 08:00 a 14:00 o a través de la sede electrónica sita en la web www.medinasidonia.es y en la forma prevista en el art. 16 de la Ley 39/2015 de procedimiento administrativo común de las administraciones públicas.

Lo que se hace público para general conocimiento.

Medina Sidonia a 28/07/2022. EL ALCALDE, FDO.: Manuel Fernando Macías Herrera. Nº 86.046

https://www.bopcadiz.es/export/sites/default/.boletines_pdf/2022/08_agosto/BOP158_18-08-22.pdf#page=2

FALTA DE SENSIBILIDAD EN CUANTO ARBOLADO Y ZONAS VERDES

Un proyecto, realizado con poco o nulo rigor científico-técnico

ANA valora la poca sensibilidad del proyecto: “Regeneración Integral de la Accesibilidad del Centro Urbano y la Interconexión Peatonal entre Barrios del Centro Histórico de Medina Sidonia”, en cuanto al arbolado y zonas verdes según lo contemplado en los documentos del proyecto y en las partidas presupuestarias.

Tras la aprobación del proyecto para la ejecución de la obra de la Inversión Territorial Integrada (ITI de la provincia de Cádiz), cuya ejecución se regula en convenio de colaboración entre la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio y el Ayuntamiento de Medina Sidonia, en Pleno el pasado 21 de julio de 2022, en ANA estamos estudiando el Proyecto Técnico (la versión definitiva aprobada por la Secretaria General de Vivienda, con fecha 21 de abril de 2022 y a la que recientemente hemos tenido acceso).

Hemos comprobado con estupor, la insensibilidad e indiferencia en cuanto a la importancia que se le da en este proyecto, al arbolado futuro y zonas verdes, de las principales calles y plazas, además, las más turísticas de la ciudad de Medina Sidonia. Un proyecto, realizado con poco o nulo rigor científico-técnico, demostrado, con errores de identificación de especies, (algunas siendo objeto de trasplante) en el propio proyecto (y otros muchos y variados errores de otros tipos que hemos observado). Cuestiones como esa nos hace pensar que no se ha contado con personal cualificado para un estudio coherente y responsable.

Por otro lado, un proyecto, supuestamente de peatonalización, que en realidad es solamente de cambio de pavimentos donde la vegetación es algo marginal, redactado en un momento de emergencia climática declarada:

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/el-gobierno-declara-la-emergencia-clim%C3%A1tica-/tcm:30-506550, el Ayuntamiento de Medina Sidonia, de 1.090.909,09 euros Total Presupuesto General, (Ejecución Material 757.628,37 euros), dedica: 2.188,98 euros para 18 naranjos, 93,15 euros para un árbol de Júpiter, 1.956,48 euros para 16 árboles orquídea (Bauhinia variegata), 104,90 euros para la plantación de un árbol recuperado. Estas cantidades presupuestadas son para el <<Suministro, descarga, perfilado de hoyo, plantación, relleno de tierras procedente de la excavación y primer riego>>, es decir, no sólo el precio de los árboles en vivero, en total 4.343,51 euros para el capítulo de árboles y zonas verdes, una cantidad ínfima que, además de pocas unidades arbóreas y ninguna otra especie de flora, implica unos tamaños insuficientes, para unos espacios tan importantes en un proyecto de tal envergadura.

Hay que resaltar otros detalles que llama la atención, por ejemplo, en el Proyecto Básico y de Ejecución, apartado DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS se dice textualmente <<Plantado de 32 nuevos elementos vegetales de calibre 20 cm. Citrus x aurantium L. (Naranjo amargo) 16 UNIDADES Y Bauhinia variegata (16 UNIDADES)>> y luego, en el presupuesto (que es lo que realmente se hace) se dice textualmente << de calibre aproximado 12-14 cm>>, es decir, se contemplan árboles de calibre inferior a 14cm en la plaza de España, que necesitarán bastantes años para lucir como debiera, en un lugar de esas dimensiones (actuación singular en la Plaza de España 3.311,70 M2). En el resto de la calles en las que se actúa <<PLATAFORMA ÚNICA: 4.322,27 M2>> sólo se plantan dos árboles.

Rechazamos profundamente, que el centro histórico de Medina (este proyecto tiene previsto actuar <<Total Intervención Consignada>> en una superficie de 8.192,48 M2), se convierta en un «secarral de adoquines» durante muchos años, tras un proyecto donde se ha invertido más en letras sobre la solería, que en los propios árboles que, entre otros beneficios, sirven como: -Reducción de temperatura. – Filtro de contaminantes urbanos. – Absorción de CO2. – Amortización de ruido. – Aporte de alimento. – Contribución a la biodiversidad. – Salud física y mental.

Es, por tanto, que, instamos al Ayuntamiento de Medina Sidonia a invertir fondos propios o consiga alguna otra subvención para que, de alguna manera, adecente y adecue un presupuesto a los tiempos y sensibilidades que corren en estos días, siendo coherentes con las propias políticas medioambientales que dicen tener y que en tantas y tantas ocasiones no vemos.

Además de esto exigimos que se cumpla con lo establecido en el sentido de:

– Establecer mecanismos de participación y garantizar de forma estructurada la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones en materia de cambio climático a través del establecimiento de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático.

– Integrar los aspectos relativos a la emergencia climática en todas las políticas públicas, de forma transversal.

Área de Fitosanitarios y Zonas Verdes ANA

El discurso del colapso divide

El discurso del colapso divide a los ambientalistas

La corriente más radical considera inviable una transición con renovables y defiende que la única forma de evitar el desastre es reducir el consumo de forma drástica. Voces del mundo ecologista advierten de los peligros de esta visión

CLEMENTE ÁLVAREZ  Madrid – 09 AGO 2022 

El incendio forestal de Boiro, que ha quemado más de 2.200 hectáreas en A Coruña este pasado fin de semana. ÓSCAR CORRAL

Las malas previsiones ante la crisis energética agravada por la guerra de Ucrania, los actuales apuros en diferentes países del planeta o la desesperante falta de avances frente al cambio climático no dan para mucho optimismo. Pero para la corriente de los colapsistas muchos de estos problemas de hoy no son coyunturales, sino evidencias del agrietamiento de un sistema que realmente se derrumba. Si bien esta visión no es nueva y lleva años asentada en una parte del ecologismo, algunos de sus planteamientos están produciendo ahora un choque entre ambientalistas en España por su discurso catastrofista y por avivar el rechazo al actual despliegue de las energías renovables.

“Mi diagnóstico es que nos vamos al carajo”, afirma Antonio Turiel, investigador del CSIC y la cara más visible de los colapsistas en España. Según el autor de Petrocalipsis, “si colapsamos es porque queremos, no es obligatorio”, pero para evitarlo hay que transformar por completo el sistema: “Si no abandonamos el capitalismo entonces sí que colapsaremos, es simple”, lleva años alertando.

Una de las tesis principales de esta corriente es que resulta inviable sustituir todos los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) utilizados en la actualidad por renovables, debido a la escasez de materiales y la propia dependencia de estas tecnologías verdes de las energías convencionales. “Nadie ha conseguido montar un aerogenerador o un panel fotovoltaico sin que en el proceso de extracción de materiales, fabricación de componentes, transporte, instalación o mantenimiento haya acabado interviniendo energía fósil”, enfatiza Turiel.

Así pues, como defiende este divulgador, para evitar el desastre, hay que dejar de empeñarse en la transformación energética (con renovables o el coche eléctrico) y ponerse a decrecer, para reducir la necesidad de energía y otros materiales de forma drástica. “No es verdad que haya que volver a las cavernas o a la Edad Media, hay estudios que aseguran que se puede reducir el consumo energético en España un 90% sin cambiar de nivel de vida”, asegura este físico de formación que investiga en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona. “No se trata de hacer las cosas más eficientes, sino de hacer mucho menos. A lo mejor hay que plantearse que se tiene que eliminar la automoción privada”, sostiene Turiel.


Antonio Turiel, investigador en el Institut de Ciències del Mar del CSIC, en Barcelona. MASSIMILIANO MINOCRI

Aunque el mundo ambiental comparte la defensa de los límites planetarios, algunos de los planteamientos más extremos de los colapsistas han empezado a ser criticados en público por activistas ambientales y expertos en energía. Según el ambientalista y político Héctor Tejero, de Más Madrid, “el problema es que, involuntariamente, están alimentando la percepción de que no hay nada que hacer, cuando en realidad sí es posible hacer una transición ecológica hacia un mundo mejor”. El divulgador climático Andreu Escrivá no pone en duda que haya que reducir el consumo o prestar mucha atención a la escasez de minerales, pero también considera que este discurso del colapso “desincentiva y desmotiva”. “Declaraciones tan tajantes nos llevan a flirtear con una especie de ecofascismo que puede llevarnos por derroteros muy peligrosos, porque cuando damos mensajes tan bestias lo que vamos a hacer es que la gente sea refractaria, al pensar que les queremos quitar libertad, que les queremos quitar su estilo de vida”, comenta este ambientólogo. “Si la alternativa es reducir un 90% el consumo energético o el colapso, a lo mejor elijo el colapso, lo que quiera que sea eso”, ironiza Eloy Sanz, profesor de ingeniería energética en la Universidad Rey Juan Carlos, que asegura que los colapsistas utilizan de forma sesgada los datos científicos.

El periodista Juan Bordera, que firma junto a Turiel el libro El otoño de la civilización, no se considera colapsista, pero cree que el colapso “es bastante probable, teniendo en cuenta la inercia y que no seríamos tampoco la primera civilización en colapsar: hay 26 civilizaciones que han colapsado antes que la nuestra”, afirma. “Si no reconocemos el problema no vamos a poder enfrentarnos a él y no se está reconociendo porque hacerlo obligaría a cambiar muchas cosas, no solo de la manera de vivir a nivel individual. Como sistema deberíamos estar haciendo una transformación muy seria, muy rápida, que no se quiere o no se sabe hacer”.

No está de acuerdo con esto el ambientólogo Escrivá, que defiende que “la vía más exitosa de transformación no pasa por dibujar horizontes apocalípticos y culpabilizar a los ciudadanos, sino por establecer estrategias colectivas, políticas de transformación y, sobre todo, con una cuestión clave que es la redistribución”. Según recalca, “hay una cita de Raymond Williams que dice que ser verdaderamente radical es hacer que la esperanza sea posible, más que la desesperación sea convincente”.

En lo que respecta a la cuestión de los minerales y las energías renovables, una de las especialistas más cercanas a los círculos colapsistas es Alicia Valero, investigadora del Instituto Circe de la Universidad de Zaragoza, que asegura que “con las reservas actuales, es decir, con los yacimientos en marcha hoy, no se pueden sustituir los combustibles fósiles por renovables a escala planetaria”. “Hemos hecho estudios y no dan los números para más de una docena de materias primas que son esenciales para transición ecológica”, incide la investigadora. Esto se limita a las reservas conocidas hoy en día, no tiene en cuenta los recursos minerales que puedan encontrarse en el futuro. Sin embargo, según Valero, “abrir un yacimiento implica una media de 15 años, con lo cual aquí hay un problema, porque lo necesitamos urgentemente”.

Entre las voces más críticas con algunos de los planteamientos colapsistas está Pedro Fresco, experto en energías renovables y director general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, que subraya que la cantidad de reservas de litio en 10 años se ha multiplicado por dos, según ha aumentado su búsqueda. “¿Cuánto hay? No lo sabemos”, señala. “Tú te puedes quedar sin litio, vale, pero no hay ningún predeterminismo tecnológico que diga que el almacenamiento de energía tenga que hacerse con baterías de litio”. En su opinión, “cada vez que algo nuevo ha aparecido, los seres humanos han pensado que no era posible que lo nuevo sustituyese lo viejo”. “Uno de sus argumentos típicos contra las renovables es que estas se hacen con energías fósiles. Pues claro, y las vías del tren en el siglo XVIII se hacían con caballos”. Según Fresco, “el problema es que los movimientos antirrenovables han encontrado en las ideas colapsistas una excusa para sostener su posición, sin caer en el negacionismo climático o en el NIMBY [Not In My Backyard (no en mi patio trasero)]. Como estos señores me dicen que no vale para nada y que es una mentira de la industria, pues yo rechazo las renovables en mi territorio y no me siento inmoral, por decirlo así”.

Alternativas limitadas

Otra referente de la visión colapsista es Margarita Mediavilla, investigadora del Grupo de Energía, Economía y Dinámica del Sistema (GEEDS) de la Universidad de Valladolid, que lleva casi 10 años trabajando en estas cuestiones. Según dice, “las alternativas de transición, tanto energéticas como ecológicas, en un sentido amplio, son mucho más limitadas de lo que se piensa. El problema básico es que tenemos una sociedad y una economía diseñados para el crecimiento, la economía capitalista es muy buena cuando tiene recursos abundantes, porque tiene esa capacidad de explotarlos al máximo, pero cuando se encuentra con límites materiales es incapaz de adaptarse”. “Yo coincido con Turiel en que si no somos capaces de cambiar esta dinámica socioeconómica, pues sencillamente vamos a colapsar, incluso en un colapso que puede ser duro”, señala Mediavilla, que aboga por organizar un “buen decrecimiento”, porque “el mal decrecimiento ya lo tenemos asegurado: que vamos para abajo está claro”.

“Es verdad que vamos a enfrentar un periodo histórico muy turbulento en el que el riesgo de fracaso social es alto. Yo creo que el colapso es una posibilidad, pero en ningún caso es un destino ni podemos dar por hecho que estamos colapsando, si definimos colapso de un modo riguroso”, replica a su vez Emilio Santiago Muiño, que se dedica a la investigación en transformaciones antropológicas de la crisis climática del CSIC. “Donde yo debato con los compañeros colapsistas con más fuerza es en la hipótesis política de pensar que necesariamente las turbulencias que vienen van a desembocar en algo así como una especie de Estado fallido. De hecho, suele ser muy común en las posiciones colapsistas un cierto desentendimiento del Estado y una apuesta por lo que llaman las soluciones de la resiliencia comunitaria, de la autogestión. Como dando por hecho que nuestro orden político se va a descomponer porque energéticamente no va a ser funcional y que las soluciones políticas van a tener que venir a través de un retorno a las comunidades, al mundo rural, a la autogestión desde lo local. Ahí es donde yo creo que falla el diagnóstico, pues pensar así nos hacen incomparecer en la batalla política que se va a dar y por lo tanto los resultados van a ser mucho peores”.

Este antropólogo estuvo ligado en el pasado al colapsismo, pero hoy en día rechaza esta corriente. “A veces el discurso colapsista tiene unos ciertos tics deterministas que son muy comunes cuando gente que tiene formación de ciencias naturales se pone a especular sobre lo social, pues lo social es mucho más complejo”, señala Santiago Muiño. “Es verdad que estamos enfrentando una crisis sistémica fuerte, con una componente energética central, y que tenemos limitaciones geológicas. Todo eso es verdad. Pero con algo más de margen de maniobra de lo que yo pensaba”. “Y luego además me di cuenta que tú no puedes hacer política de mayorías desde un discurso así. La mezcla de estas dos cuestiones me llevaron a alejarme un poco de los círculos colapsistas”, señala.

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